Alfonso Castro Beiras fue licenciado en Medicina, con premio extraordinario, por la Universidad de Santiago de Compostela y doctor por la Autónoma de Madrid. Fue especialista en cirugía interna y cardiología.
Dirigió durante muchos años el área del Corazón del CHUAC y es considerado el gran impulsor de la Cardiología de la Sanidad Gallega.
Presidió la Sociedad Española de Cardiología y es autor de varios libros de reconocido prestigio en esta especialidad.
Durante su vida recibió numerosos reconocimientos como la Encomienda de la Orden Civil de Sanidad, la Medalla de Oro de Galicia y el premio Novoa Santos. En Junio de 2.015, como colofón a su exitosa trayectoria, recibió la Medalla de Oro y brillantes del Colegio médico de La Coruña, máximo galardón concedido por esta institución. Durante la entrega de este último premio se resaltó su figura como gran médico, excelente gestor y uno de los más insignes cardiólogos de la historia de España.
Desde ayer, el Auditorio de la casa del Corazón de Madrid lleva su nombre. Parece justo y razonable que en La Coruña no seamos menos que en Madrid y valoremos lo nuestro, lo que representó para todos los gallegos. Quizá una calle desde el Ayuntamiento o el propio Hospital, como proponen desde las Redes Sociales, podían servir para recordar su ejemplaridad a las generaciones futuras. El primer tramo de la calle Federico Tapia, aquel que discurre entre las plazas de Galicia y de Vigo sería, sin duda, un lugar idóneo. Porque era la que consideraba su calle, dónde tuvo su consulta durante muchos años, antes de trasladarse definitivamente a la Plaza de Vigo.
Es importante que los niños pregunten quién fue Federico Tapia, Juana de Vega, María Pita, Salvador de Madariaga o Alfonso Castro Beiras. Como persona, no necesita calificativos. De él he escuchado decir que todos escribimos nuestra vida en prosa, la mayoría con alguna falta de ortografía, sólo algunos privilegiados, como Alfonso, son capaces de escribir su vida en verso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario